El pasado 7 de julio vivimos una ceremonia profundamente significativa, que no solo marcó el cierre de una etapa académica, sino también el inicio de un compromiso profesional y ético con el cuidado de la vida. Se celebraron los grados de las promociones 105 y 111 de la Escuela para Auxiliares de Enfermería, con una solemne Eucaristía y el acto formal realizado en el auditorio de la Clínica Nuestra Señora de la Paz.
Durante el evento, la Directora de la Escuela, Viviana Salazar Tafur, expresó con orgullo:
“Me siento orgullosa de haber formado parte de este proceso lleno de compromiso, transformación y enriquecimiento a nivel personal y profesional. Porque, a pesar de las dificultades, siempre mantuvieron el entusiasmo necesario para adquirir conocimientos y brindar un cuidado de calidad a los necesitados, con respeto, humanización y vocación.”
Asimismo, Edgar Urbina, egresado y representante de la promoción, compartió unas emotivas palabras:
“Estoy seguro de que cada uno de nosotros aportará grandes cosas a esta sociedad. Compañeros, colegas, amigos: somos Auxiliares de Enfermería. Sintámonos orgullosos de ello, porque lo logramos.
¡Felicitaciones, lo mejor está por venir!”
Felicitamos a todos los graduandos por este logro alcanzado, y les deseamos un camino lleno de éxitos en su labor de cuidar la vida con entrega y humanismo.
A sus familias, nuestro más sincero reconocimiento y gratitud. Gracias por acompañar, sostener y creer en cada uno de estos nuevos Auxiliares de Enfermería. Su apoyo incondicional ha sido clave en este proceso de formación y crecimiento.




